miércoles, 2 de julio de 2008

Criminalización de la protesta social


Margarita Meira, perseguida por luchar

Por Dolores Marengo Desde Buenos Aires

La crisis del 2001 la dejó sin trabajo, siguió adelante con un comedor comunitario. La metieron presa por reclamar sus derechos y la dejaron en libertad por fueros políticos.
Margarita es una “flor” de luchadora. Así la conocen a Margarita Meira sus compañeros de la asamblea y por eso la han elegido como primera candidata a Diputada Nacional por el Movimiento de Asambleas del Pueblo, en las elecciones legislativas a realizarse en Argentina en octubre.
Margarita tiene 55 años, tres hijos, una nieta y un marido que la acompaña siempre. Es vendedora ambulante desde la crisis del 2001 cuando perdió su trabajo como le sucedió a más del 20 por ciento de la población argentina.
Hace 15 años tiene a su cargo el comedor comunitario “Madres de Constitución” que funciona en su casa del barrio de Constitución (en la ciudad de buenos Aires) y da de comer a 80 chicos por día con la ayuda de vecinas que trabajan allí y de empresas que donan algunos alimentos.
Margarita Meira habló con APM: “Desde que me llevaron presa muchos de los que donaban dejaron de hacerlo porque les daba vergüenza.”
El 16 de julio de 2004 un grupo de manifestantes fueron detenidos bajo los cargos de coacción agravada y prohibición ilegitima de la libertad, después de que un sector comenzara con actos de violencia contra la legislatura de la ciudad de Buenos Aires donde se intentaba sancionar el Código de Convivencia.
“Estabamos manifestándonos pasivamente, ninguno provocó esos incidentes. Estaba todo arreglado, fue la gente de (Mauricio) Macri” asegura Margarita que espera el juicio para presentar testimonios en su contra. “Estaba todo arreglado para pudrir la manifestación. Y a mí me tenían marcada. Me fueron a detener y yo ni siquiera estaba cuando ocurrió eso”.
En el momento que comenzaron los disturbios Margarita se encontraba en un bar de enfrente con su abogado y su marido Miguel Santiago porque la operación de pulmón y su corazón, más grande de lo normal, no le permiten hacer ningún tipo de esfuerzo.
Sin embargo, la policía la esperaba al regresar a su casa. “Estaba esperando el subte cuando un grupo de gente, algunos eran vendedores ambulantes que me conocían, me pidieron que suba a la vereda para identificarme. Allí había un grupo de policías que me llevaron a tribunales para tomarme los datos. Me tuvieron 24 horas y después a Ezeiza. Me tenían marcada”.
Margarita estaba marcada por la policía y el poder político. Desde que se instaló en el barrio no se cansó nunca de denunciar los atropellos contra los vendedores ambulantes, el comedor y su familia. Hace 13 años que le mataron una hija y la policía nunca investigó el caso. Desde aquel día recibe amenazas permanentemente para lograr su silencio.
“Dejamos la investigación y las denuncias en mano de la justicia, pero nunca hicieron nada. Mientras tanto yo recibí muchas amenazas. Y no es casualidad que la misma jueza que debía investigar, es la jueza que me mando presa” explica Margarita.
Margarita nunca se calló. Nunca dejó de caminar por ministerios, ni golpear puertas de senadores y diputados. Pero para todos Margarita era una molestia y decidieron recluirla en el penal de Ezeiza.
“Yo era un estorbo para el gobierno. Siempre estaba pidiendo por el comedor, denunciando y protestando cada vez que sacaban a los vendedores de la plaza”.
Mientras Margarita estaba presa junto con 14 compañeros más, los vecinos del barrio y de la asamblea la propusieron como candidata a Diputada Nacional por el Movimiento de Asambleas del Pueblo, para que pudiera recuperar su libertad con fueros políticos.
“En enero fueron a visitarme y me dijeron que iban a formar un partido político y que yo iba a ser la candidata a diputada. Yo me reí mucho”. Margarita no puede creer lo que lograron: después de un año y cuatro meses, los 15 detenidos por los incidentes de la legislatura quedaron en libertad.
Margarita explicó que cuando salieron los volantes de su candidatura la mandó a llamar la directora del penal de Ezeiza donde se encontraba presa, porque tenían el teléfono de ahí. “Como no podíamos recibir más de cuatro llamadas, la directora tenía miedo que los otros presos hicieran un motín y ella perdiera su trabajo” un motín antes de las elecciones de octubre sería un problema para el gobierno. “Qué casualidad, dos días después nos dejaron en libertad” continuó Margarita.
Margarita y sus compañeros presos pudieron salir de la cárcel sin tener que firmar la “probation” donde se debían hacer cargo de su culpabilidad. Ahora Margarita reclama y va a dar la lucha por el resto de los presos políticos que hay en la Argentina como los detenidos en Caleta Olivia, en el sur del país y Gabriel Roser, preso por ser “piquetero” hace más de un año.
“La cárcel te destruye a vos y a tu familia. Esta llena de pobres que cuando salen en libertad se encuentran que la misma policía les ha saqueado lo poco que tenían en sus casas o su familia lo han tenido que vender para poder vivir” concluyó Margarita.

domingo, 22 de junio de 2008

AYUNO POR LA LIBERTAD DE LOS PRESOS POLÍTICOS

Las Madres, estudiantes y docentes de la UPMPM junto a familiares y compañeros de los detenidos ayunaron el miércoles 24 desde las 10 hasta las 22 horas.
Prensa Asociación Madres de Plaza de Mayo



AYUNO SOLIDARIO EN LA UNIVERSIDAD DE LAS MADRES Las Madres, junto a luchadores sociales, familiares y compañeros de los detenidos, y a estudiantes y docentes de la Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo realizaron un ayuno desde las 10 hasta las 22 horas en reclamo por la libertad de los presos de "la legislatura".404 días llevan detenidos Marcela Sanagua, Margarita Meira, María del Carmen Ifrán Ferreira, Antonio Israel Medina, Horacio Daniel Ojeda, Eduardo Marcelo Ruiz, Jorge Antonio Nieva, Eduardo Héctor Suriano, Fabián Scaramella, Héctor Gómez, César Gerez, Carlos Santamaría, Jesús Fortuny Calderón, Adolfo Sánchez y Pablo Martín Amitrano. Ante el tercer pedido de excarcelación rechazado, Pablo Martín Amitrano, de 30 años, porteño y vendedor de panchos, inició la huelga de hambre en la Cárcel de Devoto el pasado lunes 15. A los pocos días se sumaron con la misma modalidad César Gerez y Marcelo Ruiz, detenidos en la misma unidad. Entre los más de cincuenta ayunantes se encontraba Celia, la madre de Gabriel Roser, militante social detenido el 29 de abril del 2004 en La Plata. La causa por la que está detenido fue armada en base a álbumes ilegales que las comisarías poseen como "prontuarios" de sospechosos. Los abogados de Gabriel presentaron ante la justicia platense un hábeas data junto al Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ) y la Asociación Miguel Bru una medida que invalida el uso de esta información.En un comunicado de prensa los familiares de los detenidos por oponerse al nuevo Código Contravencional denunciaron que "hoy hay 15 hombres y mujeres acusados de privación ilegítima de la libertad y coacción agravada por participar de una manifestación, sin más pruebas que los testimonios de los policías que los atraparon de civil , sin identificación . Es grave que esto suceda, pero mucho más que una, dos, tres veces, la justicia lo convalide. Es grave que el fiscal encargado de acusarlos ni siquiera se tome la molestia de mencionar en su alegato a algunos de los detenidos, pero más grave es que sólo unos pocos se indignen por esto". En horas de la tarde León Gieco se acercó a la Universidad a saludar a las Madres, y se comprometió junto con la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, a visitar a los presos la primera semana de septiembre.Luego, a las 19 hs el Equipo de Educación Popular realizó una clase pública en la que se reflexionó sobre la situación de los quince detenidos, y se recordaron los hechos del 16 de julio de 2004, en que se discutía la aprobación del nuevo Código Contravencional, que hoy está vigente. Los ayunantes asumieron la propuesta realizada por las Madres de llevar adelante un nuevo ayuno si no hay respuestas al reclamo de hoy.Algunas declaraciones:Hebe de Bonafini, ayunante, expresó: "decidimos con la gente de la Universidad, de diferentes carreras, iniciar un ayuno de 10 de la mañana a 10 de la noche, apoyando la medida de esta huelga de hambre que espero que tenga un resultado rápido y que los dejen en libertad porque es una cosa muy injusta. No entiendo por qué están presos. Si me dicen que es porque rompieron las puertas, yo les digo que mucho más te destrozan cuando no tenés trabajo, cuando tus hijos se mueren de hambre, cuando tenés que estar mendigando un trabajo". Sonia Sánchez, presidenta de AMMAR Capital, dijo: "Dan la libertad a Chabán que tiene 194 muertes en su espalda y lo premian en una isla. Y a nuestras compañeras no, porque tienen miedo que se fuguen, porque no tienen la plata que tiene Chaban. Esto nos muestra que no hay justicia para las y los pobres." "Lo que los compañeros hicieron -explica Claudia Korol, de la UPMPM- fue simplemente ejercer su derecho a trabajar y a que no se imponga un código represivo, como incluso hoy lo vimos cuando nos quisieron correr de la esquina de la universidad porque había un cartel. Lo que se está es recordando la vieja consigna mantenga limpia Buenos Aires , que en este caso significa sacar a los pobres del medio, que no se vean, y también recluirlos".


-------------------------------------------------------------Para contactar a los presos y presas, puede combinar una charla telefónica a través de: Valeria (hermana de Pablo Amitrano, preso en Devoto) Cel. 155-850-1016 Miguel (marido de Margarita Meira, presa en Ezeiza) Tel. 4305-1449 Ammar Capital: Tel. 4613-2572 Para contactar a los abogados defensores puede llamar a : Liga Argentina por los Derechos de Hombre : Graciela Rosemblum 155-250-5043 Dr. Héctor Trajtemberg 4371-8066 Cárcel de Ezeiza: Marcela Sanagua: 28 años, 2 hijos de 10 y 2 años. Mujer en situación de prostitución. Margarita Meira: 55 años. Fundadora del Comedor Comunitario "Madres de Constitución", 3 hijos, una nieta y otro en camino. María del Carmen Ifrán Ferreira: 55 años, un hijo y un nieto. Mujer en situación de prostitución. Antonio Israel Medina: 21 años. Vendedor ambulante de garrapiñadas. Cárcel de Marcos Paz: Horacio Daniel Ojeda: 29 años, dos hijos. Vendedor ambulante. Cárcel de Devoto: Eduardo Marcelo Ruiz: 31 años, 2 hijos, de 10 y 3 años. Vendedor ambulante. Jorge Antonio Nieva: 41 años, militante GLTTB de derechos sociales y políticos. Eduardo Héctor Suriano: 46 años, ayudante de albañil. Fabián Scaramella: 26 años, dos hijos, albañil y vendedor ambulante. Héctor Gómez: 36 años, un hijo. Vendedor ambulante. César Gerez: 29 años, un hijo. Vendedor ambulante. Carlos Santamaría: 22 años, tres hijos, de 4, 3 y 1 año. Vendedor ambulante de garrapiñadas en invierno y de anteojos de sol en verano. Jesús Fortuny Calderón: 35 años, tres hijos, anticuario. Adolfo Sánchez: 23 años, dos hijos. Albañil. Pablo Martín Amitrano: 30 años. Vendedor ambulante de panchos.

Saramago opiniones sobre margarita y castells

Nota del diario Página12:http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-56056-2005-09-05.html

José Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998. Recopilación de entrevistas, declaraciones y pequeños fragmentos de sus libros.

los políticos, policías y jueces de Argentina yo les recomendaría una lectura urgente, la de un libro que se llama Los miserables y que ha sido escrito por un francés cuyo nombre, Victor Hugo, quizá hayan oído alguna vez. Ahí se cuenta la historia de un hombre que pasó casi toda su vida en la cárcel por haber robado un pan. Me dirán los políticos, policías y jueces de Argentina que eso son cosas que sólo pasan en las novelas y que en el país de la pampa nunca semejante barbaridad podría ocurrir. Puede que sí, quién soy yo para dudar de la palabra de personas tan respetables, unas que hacen las leyes, otras que se encargan de hacerlas cumplir. Pero, si no me equivoco demasiado, están pasando cosas en Buenos Aires que empiezan a parecerse peligrosamente a las desgracias de Jean Valjean. Estoy seguro de que si Victor Hugo estuviera vivo se interesaría por los casos de Raúl Castells, liberado de la prisión hace un par de semanas tras una huelga de hambre de 61 días, por haber armado una manifestación frente a McDonald’s exigiendo “hamburguesas para todos” (en un país con la mejor carne del mundo). Y de Margarita Meira, presa desde hace más de un año por haber protestado frente al edificio de la Legislatura contra la prohibición de las ventas ambulantes. Crímenes gravísimos como se ve. Yo sé que los políticos, los policías y los jueces en general, y los de Argentina no son la excepción, no tienen a los escritores en mucha consideración, pero tratándose de Victor Hugo, no de mí que soy un pobre diablo, quizá sean capaces de preguntarse unos a otros qué es lo que están haciendo. Y quizá llegar a la conclusión de que para Jean Valjean ya basta, no vaya a ser que un escritor argentino escriba la versión argentina de Los miserables. Protagonistas ya los tiene, se llaman Margarita Meira y Raúl Castells. Por favor, señores, por favor.

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